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La rana Federico y
el elefante Elías

Por Asbjorn Lonvig , artista

Karen Mikkelsen, traductor

 
Yo soy una rana, me llamo Federico.
Mi abuelo también se llamaba Federico.
Él vivía en un charco,
Camino del Monte de los Gnomos 6,
8722 Pueblo Páramo.
Aquí estoy yo.


Soy verde y tengo largas patas traseras. Una roja y una azul.

Mis patas traseras son largas y llenas de músculos.
Por ellas soy muy bueno para dar grandes saltos.
Puedo saltar tan lejos como tú puede escupir.
 
Mi mejor amigo se llama Elías, es un elefante.
Él es mucho más grande que yo.
 
 
 
Aquí ves a Elías, él es rojo, tiene dientes azules y una cola azul.
Yo lo llamo Tomate, porque es rojo.

 
Aquí ves a Elías amarillo.
Yo lo llamo Limón.
 
 
Aquí ves a Elías verde.
Yo lo llamo Manzana.
 
 
Y aquí está Elías azul.
Yo lo llamo Arándano.
 
........
 
 Cuando los elefantes eran pequeños, aprendieron a tenerse de las manos.
No, no de las manos, sino a tenerse de la cola.
Tomate siempre iba adelante,
cuando iban hacia la derecha.
 
..
 
Tomate también iba primero,
cuando iban hacia la izquierda.
¿Recuerdas cómo se llamaban los elefantes?
Un tomate es rojo.
Un limón es amarillo.
Una manzana es verde.
Un arándano es azul.

 
 ......
 
Aquí está mi papá, él también se llama Federico.
Sus patas traseras son azules.
 Él usa anteojos.

 
........
 
 Aquí está mi mamá.
Sus patas traseras son rojas.
Ella lleva un moño rojo en el cabello y una pulsera amarilla.

 
 
¡Y aquí estoy yo otra vez!
Una de mis patas es azul como las de mi papá,
y la otra pata es roja como las de mi mamá.
Puedo alejarme saltando rápidamente y ocultarme.
 
 
 
Puedo alejarme saltando rápidamente y ocultarme
detrás de un tronco.

 
Puedo alejarme saltando rápidamente y ocultarme
detrás de una roca.
 
 
Puedo alejarme saltando rápidamente y ocultarme
dentro de un caño oscuro.
 
   
 

Tomate, Manzana y yo decidimos jugar a las escondidas.
Y me escondí rápidamente.
 
 
Tomate y Manzana buscaron en el caño.
 
 
Tomate y Manzana buscaron detrás de la roca. 
 
  
 Tomate y Manzana buscaron detrás del tronco.
 
 
 
 Pero Tomate y Manzana no pudieron encontrarme por ningún lado.
 
 
 
Y Arándano se puso muy triste.
Él tampoco podía encontrarme.
 
 
 
Pero de pronto Limón barritó fuerte con la trompa.
Me habían encontrado.
 
Detrás de la oreja de Arándano.



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